El estilo trata de evocar lo básico, se guía en la comunidad Amish por lo que tiene como bases fundamentales la austeridad y la conexión con la naturaleza.
A continuación te daré algunos tips para que puedas llevar el estilo Kinfolk a tu hogar:
Materiales naturales: se pretende volver a los orígenes, por lo que materiales como la madera, el ratán, la piedra, el lino y el algodón pasan a ser fundamentales. Por ejemplo: el macramé (propio del estilo boho) ó los ladrillos vistos (propios del estilo industrial), le van perfecto.
Colores neutros: se deben incluir colores como el blanco y el beige dentro de la paleta base. También se deberán incorporar colores característicos de la naturaleza como: verde, gris o tonos tierra.
Mobiliario clásico o antiguo: es necesario que predomine el mobiliario con líneas simples y rectas. Lo moderno no es lo más importante, por lo que se pueden usar muebles pasados de moda y darle un toque vintage.
Artesanía: el estilo reinterpreta la vida campestre, por lo que emplea el mobiliario hecho a mano.
Plantas: se deberán emplear plantas sencillas, evitando los ramos muy elaborados o en cantidad.
Toque minimalista: el estilo Kinfolk valora la calidad por sobre la cantidad, por lo que es necesario utilizar el mobiliario justo para decorar los ambientes.
Muy independientemente del estilo con el que elijas decorar tu hogar, es importante lograr que el mismo te dé paz, que puedas compartir los espacios con tu familia y sobre todo que puedas disfrutar de la naturaleza.